Ross se sienta orgulloso en un recinto de patrimonio característicamente diverso. Informado por el amor de nuestros clientes por la materialidad y la estética limpia, Ross inesperadamente proporciona un ambiente cálido y alegre. Su nueva casa suburbana alberga cómodamente a una familia de cinco personas, a su perro y a una colección de arte, al tiempo que aluden a los elevados espacios industriales de una bodega convertida que todos ellos se habían acostumbrado. Estando enclavado en un jardín privado, Ross satisface completamente las necesidades de nuestros clientes.
En un recinto patrimonial definido por su diversidad estilística, Ola Studio pretendía presentar al barrio una arquitectura contemporánea segura de sí misma, que al mismo tiempo hacía referencia y conversaba con su contexto local. Los vecinos inmediatos de Ross son dos bungalows de madera pintada de color blanco de una sola planta, uno con doble fachada con un frontón dominante y el otro con un techo a cuatro aguas. Manejamos cuidadosamente la escala más grande de Ross con una forma a dos aguas que tomó el mismo terreno de juego que los vecinos, pero que se escaló para establecer un ritmo adecuado de caderas y gabletes dentro del paisaje de la calle. La forma atrevida de Ross está flanqueada por dos formas bajas que realzan la presencia de las viviendas vecinas y delimitan claramente la línea entre los espacios públicos y privados más allá.
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La casa es una atrevida pieza escultórica; elegantemente definida por sus reinos divisibles. La fachada pública y la entrada, la sala de estar dentro de un jardín aislado, y el reino privado en la planta superior, cada uno de los cuales proporciona un ambiente único y evocador para el público y los residentes. Arriba está envuelto en ángulos verticales de aluminio negro y es un estudio sobre la privacidad doméstica en el entorno urbano.
El hastial que corre a lo largo de la casa se estrecha en escala y se aleja del límite sur para asegurar que la luz del sol se mantenga en el vecino. La escala reducida ve una casa como una silueta flotando en el patio trasero sobre los espacios habitables de abajo. El largo aspecto norte está cuidadosamente diseñado con principios solares pasivos y el jardín trasero se corta en el terreno creando un patio profundo y a su vez manejando el sol de la tarde. La casa está alimentada por una instalación fotovoltaica. Hay un amplio aislamiento y la casa está sombreada por la piel de sables, superando los problemas térmicos alrededor de una casa negra.
La planta baja está inmersa en el paisaje. Arriba, un velo de listones proporciona espacios privados al aire libre inundados de luz salpicada que cambia a través del día y la noche. La luz ilumina suavemente el interior esculpido de los espacios interiores. Un largo vacío crea líneas de visión entre los distintos espacios exteriores, enfatizando la importancia del jardín y conectando los reinos de la casa.
La estética mínima del interior actúa como galería para la colección de arte del cliente. Los elementos escultóricos de la escalera de acero y el banco de hormigón de la cocina entablan una conversación. El uso de materiales en masa para formar objetos interiores detallados contrasta con la forma externa que está singularmente definida por elementos repetitivos de luz.
Una colaboración a tres bandas entre arquitecto, propietario y constructor ha trabajado continuamente para conseguir un resultado de calidad a un coste equilibrado.